Aumento de pecho en plena fase de lactancia

Muchas mujeres tienen por sus características propias un pecho pequeño o bien ligeramente fláccido. Otras, por circunstancias como embarazos o bien adelgazamientos importantes, pierden consistencia en las mamas. La cirugía de aumento de pecho puede ayudar a prosperar la estética de esos pechos a través de la colocación de prótesis de mama que consiguen aumentar el volumen dando a la mama una forma más atrayente. Sin embargo, una de las dudas que tienen las mujeres interesadas en esta intervención es si exactamente la misma afectará la futura lactancia de su bebé. Ya antes de responder a esa pregunta es necesario concretar los diferentes géneros de cirugía que existen actualmente, puesto que en función de la técnica elegida pueden aparecer distintos efectos sobre la lactancia:

Dónde se coloca la prótesis: La prótesis o implante mamario puede ponerse en diferentes zonas del pecho, ya sea tras la glándula pero delante del músculo o bien detrás del músculo pectoral. El cirujano elegirá el lugar de colocación dependiendo de la anatomía de la mama y de la propia paciente como del modelo y tamaño de la prótesis que se vaya a implantar.

De qué manera se introduce la prótesis: La introducción de la prótesis se efectúa mediante una incisión o bien corte que acostumbra a hacerse en la areola que rodea el pezón o debajo del atravieso mamario. La cicatriz que continúa tras la intervención es prácticamente invisible. La elección de la prótesis conveniente para cada paciente es una resolución esencial que precisa de una adecuada valoración del cirujano de la anatomía del pecho de la paciente así como de su capacidad torácica. Esta decisión debe examinar diversos aspectos como tamaño, forma de la prótesis –anatómica o bien redonda-, si es llana o rugosa, etcétera

Riesgos al dar lactancia tras un aumento de pecho en madird

De entrada no hay ningún inconveniente, en tanto que las técnicas quirúrgicas actuales no producen daño alguno en el tejido glandular. Las prótesis pueden colocarse tras el músculo pectoral y situar la cicatriz bajo el surco mamario, con lo que el pezón tampoco sufre ninguna alteración.

En algunos casos, se presentan complicaciones cuando el implante se introduce por medio de la areola del pezón y se ubica detrás de la glándula mamaria, ya que puede quedar una pequeña cicatriz en el interior que no suele impedir la lactancia si bien sí puede dificultarla si los conductos quedan dañados. El cirujano debe tener un singular cuidado para no dañar los nervios, los conductos de la leche materna y las glándulas mamarias mientras efectúa el implante. Si a lo largo de la operación se genera algún daño en un nervio, puede disminuir la sensibilidad en la zona del pezón y esta falta de sensibilidad podría afectar a la bajada de la leche. Si se afectan los conductos de la leche, el pecho producirá menos cantidad. Para finalizar, la prótesis mamaria a veces llega a comprimir los conductos llegando a bloquearlos y a provocar una inflamación del pecho.

Perturbación de la sensibilidad en el pezón: en los casos que se altera la sensibilidad del pezón tras el incremento de pecho se reduce la habilidad de la madre para dar de mamar a sus bebés. No impide la lactancia mas sí dificulta esta labor en la que la sensibilidad de la madre en el pezón es fundamental para querer correctamente las necesidades del bebé.

Dolor en las mamas: el aumento de pecho con lleva una intervención quirúrgica y la aparición de un dolor moderado a lo largo de los días siguientes a la operación. Normalmente este dolor desaparece gradualmente con el tiempo, mas en algunos casos continúa durante meses con una baja intensidad. Este dolor puede dañar a la futura lactancia por las molestias que supone para la madre.

Riesgos asociados a la prótesis: los primordiales peligros que presentan las prótesis mamarias son los asociados a una posible rotura, a los desplazamientos o bien las caídas del implante y las contracturas capsulares. De entre estos peligros debe destacarse la contractura capsular que tiene su origen en la cicatriz que forma el busto alrededor del implante o prótesis para aislarla. Esta cicatriz puede llegar a contraerse y comprimir el implante llegando a desfigurarlo o romperlo. Conforme la intensidad de la contractura, puede llegar a ser precisa la substitución de la prótesis -su duración no es ilimitada-. Suelen ser dolorosas, con lo que impiden la posible lactancia del bebé.

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