Los miedos son uno de los sentimientos más comunes y tanto niños como adultos tienen al menos un elemento que les genere esa sensación.
La definición del término es muy sencilla. Se trata simplemente de sentir angustia ante situaciones, objetos, personas y hasta cosas imaginarias pues consideran que alguna de estas lo puede colocar en una situación de peligro.
En el caso de los bebés y de los niños más grandecitos, el miedo también se va haciendo presente. Algunos especialistas en la psicología aseguran que los temores van apareciendo desde el primer año de vida y que se hacen más intensos entre los 4 y 6 años de edad, sin embargo otro grupo asegura que desde los 0 a los 6 meses, también se desarrollan algunos miedos.
Clasificación de los miedos según la edad
* Desde los 0 hasta los 6 meses: El principal elemento asustador para los bebés que están pasando por la primera fase de la infancia es el ruido. Podemos notar que un pequeño se sobresalta y reacciona con llanto ante cualquier sonido que les perturbe como el de una puerta al cerrarse inesperadamente, alarmas, objetos grandes al caer, explosiones, entre otros.
* Entre los 6 meses y los 2 años de edad: En esta segunda etapa, los bebés comienzan a sentir lo que se conoce como miedo a la separación, además que comienzan a temer a las personas extrañas que generalmente son ajenas a su círculo habitual. Usualmente el miedo se desarrolla cuando mamá o papá deben volver a sus rutinas laborales y el niño debe comenzar a adaptarse en una guardería. Para esto los cambios deben ir sucediendo de forma gradual, para no impactar de forma negativa en la estabilidad mental del bebé.
* Desde los tres años de edad: A medida de que el niño va creciendo, irá superando los temores propios de las primeras fases de la infancia, sin embargo comenzarán a aparecer miedos más específicos como a la oscuridad, a elementos imaginarios como monstruos o seres como brujas, duendes, entre otros. Lo usual es que estos sentimientos de angustia ocurran en horas de la noche, cuando llega el momento de irse a la cama.
La recomendación es hablar con ellos y mostrarles que no hay nada de qué temer. Los padres también deben evitar que los niños vean películas o caricaturas con personajes que les puedan causar impactos fuertes y que después esto se traduzca en la dificultad para el sueño.
Para el temor a la oscuridad, la sugerencia es colocarle al niño una pequeña lámpara que pueda encender en el caso de que se sienta inseguro.
* Entre los 5 y 6 años de edad: Entre estos rangos de edad, comienza a aparecer el temor a la muerte ya que los niños se van haciendo más conscientes en este tema. Es muy importante que los padres y adultos que se involucren con ellos sepan responder con delicadeza ante los planteamientos que presenten, recordando que se trata de infantes y que los argumentos y explicaciones deben estar adaptadas a su edad.
La recomendación principal es tratar de no alimentar estos miedos y convertirse en el apoyo de los niños para guiarlos en cómo actuar ante este tipo de situaciones. Recuerde también que puede acudir a algún especialista de psicología si no sabe cómo manejar el tema.
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