En la antigüedad, se creía que colocar ciertos objetos cerca del bebé- o en el bebé- proporcionaba al niño algún tipo de protección, o le ayudaba a afrontar algunas actividades típicas del cuerpo; como el hipo o el frío. Sin embargo, hay tradiciones, creencias y mitos, que pueden llegar a ser muy persistentes en el tiempo, y hoy en día sigue siendo muy común, que los abuelos recomienden a los nuevos padres algunos ¨rituales¨ para ayudar al bebé con algunas incomodidades.
Estas, son algunas de las más comunes:
Una pequeña mota de hilo en la frente para curar el hipo: El hipo es una contracción involuntaria del diafragma, y en los bebés, suele durar un poco más, porque los pequeños, no son capaces de controlar este músculo, pues, su sistema, aún no es lo suficientemente maduro. Una recomendación que rompe con los esquemas de la lógica, y que suele causar gracia entre los jóvenes, es el mito de que, colocar una mota de hilo en la frente de un bebé logra detener el hipo.
El precursor de esta curiosa actividad es desconocido, y no se conoce ninguna investigación científica que confirme o niegue su efectividad.
Otra variedad del método, suele ser una varita de fosforo detrás de la oreja.
Un poco de algodón bañado en aceite: Si la tradición sobre la mota de hilo puede lograr algunas reacciones de extrañeza, una pequeña bola de algodón en el centro de la cabecita de un bebé, puede ir un poco más lejos. Es muy frecuente escuchar a algunas abuelas decir, que para proteger al pequeño del frío, debe colocársele una pequeña mota de algodón bañada en aceite en el centro de la cabeza- generalmente esta mota es sostenida por un pequeño gorro- La persona mayor en casa, dirá con toda seguridad que este método es infalible, sin embargo, no se conoce ningún dato que explique el porqué de esta práctica tan común.
Una cinta roja en la muñeca: Para proteger al bebé de ¨las malas influencias¨ suele ser bastante común para algunas personas colocarles una pequeña cinta roja alrededor de la muñeca; esta cinta puede ir acompañada de un trozo de azabache (variedad de carbón pulido que se utiliza para hacer adornos), o adornos con cruces e imágenes de santos beatificados. Una opción diferente que se utiliza con el mismo motivo, es el brazalete de semillas de peonía; esta semilla tiene supuestas propiedades protectoras, y es común ver a muchos bebés llevando alguna, en una muñeca o incluso en el tobillo. Al igual que las tradiciones anteriores, esto no es algo que se haya probado de forma científica, sin embargo, está muy presente en la cultura a la hora de la crianza de una criatura.
Todas estas opciones, son elementos que se pueden encontrar en muchos lugares; no suele ser dependiente de algún país en particular, aunque todos los países del mundo tienen sus variantes, y, a pesar de no ser un hecho comprobado, está arraigado muy férreamente en el imaginario popular.
Algunas curiosas recomendaciones de los abuelos para proteger a los bebés
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